En estos últimos años de pandemia, los códigos QR lo han invadido todo: comercios, restaurantes, museos... Pero ¿pueden aportar algo a nuestras aulas? Sin duda, toma nota y adáptalo a ti.
“Quick Response”, esas son las palabras que se ocultan detrás del archiconocido código QR. Realmente es un sistema sencillo y su valor reside en que es un método rápido y preciso de descodificar información. Su escaneo permite dirigir hacia una URL sin necesidad de escribir la dirección, algo muy útil si es muy larga o quieres que el acceso sea inmediato.
En clase puede convertirse en una forma muy efectiva de proporcionar material complementario, enriquecer contenidos o facilitar refuerzo a los estudiantes.
Hoy en día crear un código QR es realmente sencillo y gratuito. Puede escogerse entre códigos estáticos (no permiten modificaciones o actualizaciones en la URL) o dinámicos (sí permiten estos cambios). Aunque en otros ámbitos puede ser importante utilizar uno u otro, en el mundo de la enseñanza, los dos pueden ser aptos, si bien el primero no te permitirá editar contenidos.
Si te animas a crear un QR, hay multitud de portales como QR Code Generator o Unitag donde puedes generar este tipo de código en escasos minutos. Pero si quieres dar un paso más, puedes lanzarte a personalizarlos y a hacerlos más atractivos. En eso caso una buena opción para ti será Qrcodemonkey.