Una parte importante de la información que reciben las personas es a través del sentido de la vista, sin embargo en la escuela suele primar la transmisión de la información empleando fundamentalmente el sentido del oído.
Una parte importante de la información que reciben las personas es a través del sentido de la vista, sin embargo en la escuela suele primar la transmisión de la información empleando fundamentalmente el sentido del oído.
Seguramente por este motivo, aunque sólo fuese de manera intuitiva, el profesorado, desde los inicios de la profesión, empleaba un recurso como la pizarra para complementar con elementos de carácter visual la información que el alumnado adquiría por vía auditiva.
La incorporación de los primeros recursos tecnológicos en las aulas, fundamentalmente a comienzos de la década de los años 70 del siglo pasado, potenció de manera significativa la transmisión visual de la información por medio del uso de aparatos como los flanelogramas, los proyectores de opacos y de diapositivas, los retroproyectores para presentar transparencias, etc.
Más recientemente, el abaratamiento de los cañones de proyección permitió que se generalizara el uso de programas de diseño de presentaciones para acompañar a las exposiciones de los temas realizados por el profesorado.
Los programas más empleados para el diseño de presentaciones eran, y posiblemente sigan siendo:
El empleo masivo de estos programas y la repetida utilización de las plantillas que incorporan ha provocado un cierto cansancio en los auditorios que las presencian.
En la actualidad existen otros recursos diferentes de los tradicionales programas que se han señalado, que te permiten mostrar la información de manera más original y dinámica, como por ejemplo:
Que ventajas ofrecen estos servicios sobre los tradicionales Power Point:
Pero el atractivo de su diseño y la facilidad de uso, no te deben hacer olvidar algunas orientaciones que debes seguir para realizar tu presentación y que le resulte comprensible y atractiva a tu alumnado:
Una vez que hayas realizado la presentación procura mostrársela a alguna persona ajena al contenido que quieres explicar y comprueba que se entiende correctamente, recuerda lo que decía Albert Einstein, que no se entiende realmente algo a menos que seas capaz de explicárselo a tu abuela. Si una presentación no es fácilmente comprensible es que no está bien hecha o que no entendemos bien lo que queremos explicar.