Hay una historia que se repite habitualmente para hablar del inmovilismo en la educación, que señala que, si una persona que hubiera vivido hace varios siglos visitara el mundo actual quedaría sorprendido por los cambios que se dan en todos los ámbitos, pero al llegar a la escuela le parecería que en ella las cosas seguían igual que siglos atrás.
La historia es bonita, pero es incierta. Si analizamos mínimamente el funcionamiento de una escuela actual veremos que nada tiene que ver con la escuela del pasado. Dejando al margen los avances tecnológicos que pueden incluir en algunas escuelas, ordenadores, cañones de proyección, pizarras digitales y otros instrumentos, podemos destacar algunos cambios significativos.
En primer lugar está la propia dirección de las escuelas. Ya no es el director o la directora del centro el que decide las normas que regulan el funcionamiento de la escuela, ahora una estructura colegiada formada por las familias, el profesorado, el alumnado, el personal no docente que presta sus servicios en el centro y una representación del ayuntamiento en donde está la escuela es la que toma esas decisiones.
El trabajo del profesorado también es actualmente distinto, en algunos centros escolares se imparte formación a distancia, lo que supone que el alumnado no está físicamente presente en el propio centro educativo en el cual está estudiando. La colaboración con alumnas y alumnos de otros centros, ya no pasa por la correspondencia escolar que ideara Freinet, ahora se puede trabajar en tiempo real con personas que están en otra localidad e incluso en otros países con propuestas como eTwining o Educared.
Pero también el propio desarrollo de las sesiones de clase es muy diferente. La relación entre el profesorado y el alumnado es distinta. Las propuestas de actividades no siempre las realiza el profesorado, en ocasiones es el alumnado el que propone el tipo de actividad que se va a realizar. Las actividades que se realizan son también diferentes, se han reducido las actividades de memorización individual de datos y hoy en día las actividades en grupo, los proyectos conjuntos de resolución de problemas, las propuestas creativas y de respuesta múltiple ganan terreno en el desarrollo curricular.
De esta manera podemos ver que quizás el elemento más significativo del cambio escolar es el trabajo colaborativo: colaboración en la gestión escolar, colaboración en el trabajo del personal docente y colaboración en la actividad de aula.
Aquí una buena presentación sobre el Aprendizaje Cooperativo en el aula:
Introducción al Aprendizaje Cooperativo from Carmen Gonzalez