Recursos Educativos

  1. Recursos Educativos
  2. Educación y tecnología

El pensamiento computacional y su importancia en la educación

Con el pensamiento computacional, los estudiantes desarrollan habilidades relacionadas con la resolución de problemas mientras que aplican algoritmos e instrucciones informáticas. Como se trata de un proceso mental, se basa en el pensamiento humano, por lo que también se puede aplicar a materias que no estén relacionadas con la ciencia o la informática. Mostramos sus ventajas y cómo ponerlo en práctica en cada uno de los niveles educativos.

¿Qué es?

Jeannette Marie Wing es ingeniera y teórica informática, además de directora del Instituto de Ciencias de Datos de la Universidad de Columbia, en Estados Unidos. Esta docente fue una de las primeras expertas en definir, en el año 2006, el pensamiento computacional como una disciplina para resolver problemas y aplicar soluciones comprendiendo el comportamiento humano (a través de procesos mentales) y con conceptos básicos de la informática

Por lo tanto, se trata de formular problemas de manera que sus soluciones puedan ser representadas como secuencias de algoritmos e instrucciones, como también señala el informático teórico Alfred Aho. O lo que es lo mismo: “se trata de pensar cómo lo haría un científico informático cuando se enfrenta a un problema”, tal y como indican desde la asociación Programamos

Entonces, ¿el pensamiento computacional es lo mismo que la programación? La respuesta es no, no son lo mismo. Aunque puedan parecer procesos similares, lo cierto es que la programación forma parte del pensamiento computacional ; es una de las herramientas con la que poner en práctica dicha disciplina. Sin embargo, la gran diferencia es el objetivo de ambos términos:

Mientras que la programación se limita a la resolución de problemas dentro del ámbito de la informática, el pensamiento computacional va más allá: trata de resolver problemas del mundo que nos rodea mediante la aplicación de conceptos informáticos. Por ello, el pensamiento computacional puede aplicarse en distintas asignaturas del ámbito académico. 

Oportunidades en el aula

En el ámbito educativo, el pensamiento computacional puede aplicarse desde la etapa de Infantil y no sólo en materias relacionadas con la Ciencia o la Informática. También se puede integrar en otras asignaturas como Música, Inglés o Lengua, entre otras, ya que proporciona a los estudiantes una serie de herramientas, habilidades y estrategias para encontrar soluciones a los diversos problemas que se plantean. 

El desarrollo de habilidades de secuenciación o una mejora en la concentración son algunos de los beneficios de esta disciplina desde los primeros niveles educativos, según el informe ‘Programación, robótica y pensamiento computacional en el aula. Situación en España y propuesta normativa’, creado por el Instituto Nacional de Tecnologías Educativas y de Formación del Profesorado (INTEF) en el año 2018. 

También, y tal como se indica en ‘El Pensamiento Computacional en la Enseñanza Obligatoria’ del INTEF permite otras capacidades relacionadas con la lógica, como la organización y análisis lógico de la información o la automatización e identificación de las soluciones haciendo uso del pensamiento algorítmico. Por otro lado, su pronta aplicación desde Infantil (aunque se haga de forma paulatina, sin ordenador y con robots educativos) fomenta el trabajo en equipo y la comunicación de ideas. 

Aplicación

El pensamiento computacional tiene cabida en todos los niveles educativos y un ejemplo de ello es el programa de pensamiento computacional que llevó a cabo la Escuela Infantil El Nogal, en Alpedrete (Madrid), que se desarrolló entre los estudiantes de uno a tres años de edad. A través de un material denominado ‘Little Bits’ o con cajas robóticas (compuestas por piezas de LEGO, ruedas, ejes…) los pequeños trabajaron esta disciplina mediante la manipulación y experimentación con distintos elementos tecnológicos (motores, pulsadores, luces led…) 

Por otro lado, en Educación Primaria también se puede trabajar con proyectos como el proyecto realizado en el CEIP Nuestra Señora de la Piedad de Herra, en Herrera de Pisuerga (Palencia), con el que el alumnado ha aprendido sobre pensamiento computacional a través de grupos de trabajo, el uso de bloques de programación y la aplicación WeDo 2.0, de LEGO.

Por último, y en el caso de Educación Secundaria y Bachillerato se puede aplicar con un currículum vertical (que abarca todos los niveles educativos) como en el colegio Juan de Lanuza, en Zaragoza, que a través del programa ‘Computer Science’ se trabajan las habilidades del pensamiento computacional a través de trabajos por proyectos adaptados a las materias y a las edades de los estudiantes.