El Aprendizaje Basado en Retos (ABR) presenta a los alumnos un problema real de su entorno y les motiva a investigar y trabajar en equipo para buscar una solución. El trabajo colaborativo, la creatividad y el espíritu crítico son capacidades que mejoran notablemente en los estudiantes tras realizar proyectos siguiendo la metodología del ABR. A continuación te contamos en qué consiste.
Que los estudiantes tomen las riendas de su propio aprendizaje con una actitud crítica, reflexiva y cívica es el objetivo del Aprendizaje Basado en Retos (ABR), una metodología activa que motiva a los alumnos a buscar una solución para un problema real de su entorno desde la curiosidad y el análisis.
Aunque la implementación del ABR (en inglés Challenge Based Learning, CBL) se produce sobre todo en las etapas de Educación Secundaria, Formación Profesional y estudios universitarios; gracias a la flexibilidad de esta metodología es posible extender su uso al resto de niveles educativos. Además, una de sus características principales es que fomenta el uso de las tecnologías, web o aplicaciones móviles. Y, por lo general, se utiliza de forma interdisciplinar, de manera que impulsa al alumnado a interactuar con su comunidad en busca de soluciones.
* Puedes ver las características principales del ABR y las interrelaciones con otras metodologías de aprendizaje en la siguiente tabla:
>> [Puedes descargar aquí la tabla completa en alta calidad].
Para aplicar esta metodología en el aula es necesario seguir una serie de pasos para que el aprendizaje sea consciente y los alumnos tengan una guía:
En cuanto a las consecuencias de aplicar esta metodología en el aula, destaca el hecho de que favorece la implicación de los alumnos y los prepara para el mundo real.
También fomenta el aprendizaje colaborativo, porque los estudiantes investigan juntos sobre un tema en particular, desarrollan la creatividad y fomentan el espíritu crítico. Además, el analizar, diseñar y ejecutar una solución adecuada para el problema planteado, facilita una comprensión más profunda e incentiva un aprendizaje participativo. Por otro lado, desarrollan habilidades comunicativas al explicar su proyecto, al describir todo el recorrido de su trabajo y al compartir las conclusiones a las que han llegado. Y, por último, trabajando con una situación real de su entorno, este tipo de proyectos les conecta con el mundo real.
Para ilustrarlo mejor, veamos algunos casos:
Artículo "¿Qué es el Aprendizaje Basado en Retos?" (en celworking.com)
Ejemplo de aplicación de la metodología ABR en Windward School (LA, California, USA)
Artículo "El reto del Aprendizaje Basado en Retos" (de innovacioneducativa.wordpress.com)
Estudio de evaluación de competencias de pensamiento crítico y creativo a través del empleo del Aprendizaje Basado en Retos (de ScienceDirect.com)
Artículo "8 cosas que deberías saber sobre el ABR" (en theflippedclassroom.es)
Artículo "Cómo el Aprendizaje Basado en Retos conecta con los intereses del alumno" (de EDUCACIÓN 3.0)
BeChallenge: plataforma de Aprendizaje Basado en Retos para potenciar las habilidades del siglo XXI
Metodología del movimiento global sin ánimo de lucro Design For Change