La Blockchain o cadena de bloques es un concepto que se ha relacionado con las monedas virtuales, pero que tiene múltiples aplicaciones en numerosos ámbitos, como el educativo.
Creada hace diez años, la tecnología Blockchain nació ligada a los sistemas de pago virtuales como las monedas Bitcoin gracias a su capacidad para cifrar y descentralizar la información, garantizando la máxima seguridad y privacidad; algo que hace que su uso se plantee en otros entornos, incluido el educativo.
Según el informe ‘Blockchain in Education’ elaborado por el Centro Común de Investigación de la Comisión Europea, en el sector de la educación la tecnología Blockchain posee múltiples aplicaciones, como en el acceso a las calificaciones, en las acreditaciones de identidad, en la gestión de registros, de transacciones...
Así, podrían distinguirse 5 ámbitos de empleo de la tecnología Blockchain en el sector educativo:
La aplicación educativa más conocida de blockchain está relacionada con la expedición de títulos académicos que son imposibles de falsificar. Dentro de este contexto, su impacto ayudaría a validar exámenes, calificaciones y currículos escolares. Así, esta tecnología permite garantizar un sistema sólido de emisión y certificación de documentos oficiales y titulaciones y, como consecuencia, las evaluaciones y títulos que consigue un estudiante tendrán la veracidad asegurada.
Cuando la formación se realiza a distancia o en un entorno híbrido, surge la duda de cómo garantizar la identidad de los estudiantes que están al otro lado de la pantalla, sobre todo a la hora de realizar exámenes o presentar trabajos. Blockchain puede ayudar a realizar una validación de estos datos, que puede extenderse a otro tipo de contextos: por ejemplo, cuando hay que identificarse en la biblioteca, el gimnasio, las residencias, etc. También desde el punto de vista de la seguridad, ya que con otro tipo de sistemas muchas personas podrían tener acceso a la información personal de un alumno.
Permite a los estudiantes gestionar sus datos y decidir qué contenidos quieren compartir y con quién. Además, si alguien tiene que gestionar una transacción económica, como pagar la matrícula del curso o de alguna materia o actividad extraescolar, podrá abonar las tasas correspondientes de manera totalmente segura.
Otra de sus principales ventajas es que se consigue reducir de forma significativa el uso de papel al estar todo digitalizado, con todo el contenido subido a una plataforma educativa.
Una cadena de bloques permite rastrear la propiedad intelectual y recompensar el uso y la reutilización de esa propiedad. Esto significa que se eliminaría la posibilidad de plagio ya que, por ejemplo, los estudiantes no podrían editar o modificar un documento sin previa autorización del autor original. Esto es posible gracias a aplicaciones como Blocktac.
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